“Es un lugar privilegiado para la evangelización de los jóvenes”. La Pastoral Juvenil Marista (PJM) es respuesta de la comunidad cristiana a las necesidades de los jóvenes, así como el compartir los dones peculiares de los jóvenes con la misma comunidad. (no. 100)
La PJM sigue un proceso similar al usado por Jesús con sus discípulos (no.101):
Se promueve el crecimiento personal y espiritual de los jóvenes, siendo protagonistas de su existencia, ayudándoles a construir su proyecto de vida para implicarse a la transformación del mundo
Es un lugar de encuentro para compartir su camino de fe con otros jóvenes.
Es un lugar apostólico (de servicio a los demás) y participan activamente en la vida y en la misión de la Iglesia.
“Son sujetos activos, protagonistas de la evangelización y artífices de la renovación social” (no.103)
Objetivo: Promover una cultura vocacional que ayude a las y a los adolescentes a tener un proceso de descubrimiento de su vocación a través de las llamadas de Dios en las experiencias de su vida y de su actuar cotidiano desde el carisma marista.
Objetivo: formar y acompañar a la comunidad educativa marista a través de experiencias de fe cristiana que les permita descubrir la historia de la salvación experimentándose como hija e hijo amado de Dios y miembros de la Iglesia para configurarse al proyecto de Jesús de Nazaret.
Educación en la fe: Impartir la catequesis escolar a las y los adolescentes a través del método experiencial en donde:
Celebración de los sacramentos: Facilitar la vivencia de los sacramentos (reconciliación, eucaristía y confirmación) para fortalecer y vivir en comunidad la fe y los valores evangélicos.
Hora Santa: Experimentar el amor de Dios a través de la adoración del Santísimo Sacramento.
Retiros: Ofrecer espacios de reflexión y recogimiento espiritual para fortalecer el encuentro con Jesús y con los demás.
Celebraciones: rezo de rosario (misionero y en el mes de mayo), Navidad, vía crucis, San Marcelino Champagnat, oración comunitaria.
Objetivo: Promover la formación integral de las y los adolescentes desde la espiritualidad marista para que sean “buenos cristianos y buenos ciudadanos”
Objetivo: Concientizar y sensibilizar a la comunidad educativa marista sobre los grupos vulnerables a través de la participación y/o vinculación con instituciones dedicadas a esta labor para realizar acciones evangelizadoras y humanizadoras que construyan el Reino de Dios.
“Somos activos, nos gusta compartir, ayudar, aportar, estar presentes cuando se nos necesita; tenemos muchas ganas de hacer cosas y trabajar en aquello que nos gusta y poder compartirlas con las demás personas. Queremos alcanzar objetivos a pesar de las adversidades y aprender de los errores, y solemos estar dispuestos a hacer lo que sea por lo que queremos. Estamos dispuestos a aceptar lo nuevo e intentar mejorar el mundo”.
Del libro: Evangelizadores entre los jóvenes